miércoles, 1 de febrero de 2017

Montar un Showreel


En el entorno audiovisual, un showreel (demo reel) es una buena forma para presentar un conjunto de proyectos audiovisuales. Cuando un artista, una empresa o una institución quieren mostrar los trabajos en los que se han involucrado, un showreel es más agradable, rápido y efectivo que hacer un DVD o un listado de links a un canal. Por lo general nadie mira todos los proyectos enteros a no ser que haya un interés previo.

Un buen montaje es capaz de entrar al espectador a través de las emociones, por eso es importante manejar bien los recursos audiovisuales que ofrece la edición.

1.     Ofrecer los mejores planos. En ellos se muestran los mejores resultados de nuestros trabajos. Todos los planos tienen un significado, no hay planos-bisagra cuya función es sólo hacer de transición entre otros. Si un plano no aporta interés, entonces resta interés.

2.  Continuidad entre los planos. Aunque hablamos de proyectos diferentes, la continuidad consigue una conexión entre ellos agradable al espectador.
a.   Movimiento. Existe una continuidad de movimiento cuando en las dos imágenes los objetos se mueven en la misma dirección o cuando el segundo plano termina el movimiento que ha empezado el primero. Personas corriendo hacia el mismo lado, una acción que empieza en un plano y que termina en otro.
b.     Sonido. Hay plano que se pueden relacionar porque tienen el mismo sonido ambiente. Da la sensación de que las acciones ocurren en el mismo lugar o tiempo. Un grito de un plano que se une con otro.
c.   Composición, luz y color. Son conceptos sensoriales, y de esta forma conseguimos que el espectador sienta lo mismo al mezclar planos que tengan la misma composición. Personas en la misma posición, objetos con la misma forma, luces que vienen del mismo lado.
d.   Conceptos. Amor, violencia, desesperación, alegría, ascenso o descenso, miradas, baile, partículas en el aire, tocando música… Funciona muy bien agrupar los planos según su contenido.


3.  Sonido. Si el montaje se centra en el contenido visual y el audio no es importante (videoclips, proyectos fotográficos, efectos visuales), lo normal es hacer un montaje musical. De lo contrario dejar el sonido de lado es perder el 50% de los recursos que nos ofrecen nuestros trabajos. El sonido ambiente hace más real la presencia del espectador en el plano y los diálogos de los personajes pueden ayudar a reforzar las emociones que queremos transmitir con el montaje. A la hora de hacer un montaje musical, darle al espectador unos momentos de audio real le resta monotonía al producto final; incluso nos permite crear un punto de inflexión para cambiar de música.


4.  Texto. Los textos se utilizan también para reforzar una idea, sin embargo, no son en sí parte de lo que se quiere mostrar. Poner texto debe estar justificado, informar de una fecha, un lugar significativo o quién ha realizado el proyecto.

5.  Música. Fundamental en el montaje. La elección de la música es una decisión donde se suman los gustos, la intuición, la estructura, la letra de la canción (si la hubiera) y otros factores que pueden ser subjetivos, ya que la música tiene carácter emocional. Por eso es bueno probar varias alternativas y dedicarle tiempo a su elección. Al igual que el propio montaje, es bueno que la música tenga también una estructura interna (o que la construyamos en una previa edición de audio) que juegue con las emociones del espectador.

6.     Estructura. Como en las historias y la música, el montaje debe tener un principio, medio y final. Así el espectador sentirá que hay coherencia en la totalidad del montaje.

7.    Ritmo: es muy común que los cambios de plano coincidan con el ritmo de la música. La sincronía entre música y vídeo tienen más impacto emocional. Sin embargo, al ser un recurso técnico, el espectador pierde interés si se repite durante mucho tiempo, y se vuelve monótono. Por otra parte, el montaje también debe tener una coherencia en la duración de los planos. Los cambios de plano deben hacerse cuando el montaje lo pida para evitar que el espectador intuya la mano del editor.

8.     Otros consejos:
a.     Poner planos de gente contenta, alegre, sonriendo.
b.     Si la boca se mueve, deberíamos escuchar lo que dice.
c.     Evitar repetir planos que el espectador intuya que son del mismo proyecto. Puede dar la sensación de que no tenemos mucho trabajo.
d.     Mejor quedarse corto que largo. Un reel de más de 1 minuto ya empieza a flaquear a no ser que sea muy interesante.
e.     Dependiendo de qué queramos vender debemos elegir unos planos u otros.
                                               i.     Fotografía: conviene tener un montaje contemplativo donde se pueda apreciar la composición, luz, movimientos de cámara.
                                             ii.     Montaje: el propio montaje del reel es la venta del producto, ya que mostrar el montaje de una secuencia entera puede ser largo y se centra en un proyecto sólo.
                                            iii.     VFX: este tipo de reel son más largos ya que suelen exhibir el “cómo se hizo” de ciertos efectos, y es más atractivo. No obstante, al haber ya muchos vídeos en internet sobre el “making off” de los VFX, es importante variar el tipo de efectos que enseñamos (3D, matte paintings, efectos de color, explosiones, fluidos, etc. ).
                                            iv.     Actores, directores, productores… siguiendo la misma línea, escoger los planos donde se dé la mejor interpretación, variedad, y poner en rótulos los proyectos en los que se han trabajado.

Aquí algunos Reels de diferentes temáticas:


Facultad de Comunicación de la Universidad de Montevideo




Films of 2016




Cinema in Cinema



martes, 24 de enero de 2017

Preproducir la postproducción (a nivel académico)

La variedad de cámaras, formatos, ordenadores y softwares son elementos condicionan el workflow a la hora de postproducir. Y la decisión debe tomarse lo antes posible.

  1. Cámara y grip
    1. ¿En qué formato graba? Hay muchos factores a tener en cuenta sobre la cámara que usamos. El tamaño, el formato, el códec, la velocidad para que coincida a la hora de sincronizar el audio... 
    2. ¿El ordenador es capaz de soportar la edición de los archivos? Es necesario hacer algunas pruebas antes de tomar esta decisión para evitar sorpresas al final.
    3. ¿Por qué usar esa cámara? ¿Sabemos usarla? Tener una buena cámara no es garantía de tener un mejor producto; hay que saber usarla. Ver las posibilidades estéticas o propiedades que se pueden manipular. Aconsejamos grabar a 50 ftps si pueden para tener luego más rango a la hora de hacer algún retoque de velocidad sin que pierda fluidez la imagen.
    4. Steady, shoulder, grúas... Ahora que está tan de moda el "cámara en mano" (quizá por la pereza del trípode o porque todo debe moverse), se tiende a alquilar equipos para estabilizar. Mirar tutoriales en youtube, pedir recomendaciones o ver precios no garantizan que al final el vídeo quede estable. Al igual que la cámara es necesario probarlos y aprender a usarlos. Los operadores de steady cobran porque saben usarlos, no porque tengan un steady y estén fuertes.
    5. Lentes: probar lentes según lo que necesitemos. Si ya tenemos en la cabeza un story, mejor. Así sabemos qué tipo de planos vamos a hacer. Es muy típico querer hacer desenfoques de fondos mientras vemos al personaje. ¿Somos conscientes de cómo hacer esto? ¿qué nivel de zoom vamos a hacer? ¿influye considerablemente en el peso de la cámara?
    6. Audio:  ¿Cómo vamos a grabar el audio? Siempre grabar audio ambiente con la cámara, aunque no lo vayamos a utilizar. Va a facilitar la sincronización. ¿Sabemos la frecuencia a la que vamos a grabar? ¿sabemos ajustar los parámetros en la grabadora? Evitar que haya desincronización entre audio y vídeo.

  1. Edición: El único problema que nos puede surgir en edición es que los planos estén mal (cosa que no podemos cambiar) o que el ordenador no sea capaz de soportar el peso del material. Por eso es importante probarlo con vídeos que tengan las mismas propiedades que las del proyecto.
    1. ¿Cuál es el que mejor manejo? El mercado nos ofrece variedad de softwares. El mejor software es aquel que nos permita trabajar de la forma más segura y rápida. Final Cut, Premiere, Sony Vegas, Pinnacle, Windows Movie Maker, iMovie. Hay que ir a lo que sabemos usar mejor. Para experimentar y aprender se pueden buscar otros proyectos.
    2. ¿Dónde hacemos el sonido, la corrección de color y los efectos? idem que el punto anterior. Si 3 personas van a trabajar en la postproducción, cada uno debe trabajar con el programa que mejor se le dé, del cual puede sacarle el mayor provecho. Utilizar softwares que el mercado vende como los mejores no hacen mejor el producto final. ¿Debo aprender a usar un software nuevo? Si me ofrece unas prestaciones que necesito para mi proyecto y no las tengo en programa que ya uso, entonces sí.
    3. ¿Cómo va a ser el workflow con el colorista y el editor de sonido? Es recomendable hacer pruebas de cómo se van a pasar los archivos, qué tiempos va a dedicar cada uno, qué ordenador va a utilizar cada uno, cómo se van a organizar. ¿Son compatibles? ¿pierde calidad el proyecto?
    4. ¿Original o pirata? Muchos softwares dan problemas cuando se trabaja con versiones pirata. Esto es porque no se instalan bien o porque su instalación conlleva una desconfiguración del ordenador que puede afectar al sistema. Aunque es una práctica habitual, es una negligencia. Adobe ofrece ventajas de compra para estudiantes y permite, incluso, utilizar una misma licencia en dos ordenadores. 
  2. Tiempos:
    1. ¿Cuánto tiempo le vamos a dedicar a cada etapa de la postproducción? Un proyecto no es profesional cuando se le dedica mucho tiempo a la edición de vídeo y luego se pretende que se arregle el audio en dos días. En ámbitos académicos donde se tiene un mes para editar un proyecto, el audio requiere mínimo una semana y el color otra. Concentrar el trabajo en pocos días pero muy intensos reduce el nivel profesional porque cansa al editor y lo vuelve conformista. Los tiempos de descanso depuran la cabeza para retomar con nuevos ojos (y oídos) el trabajo que estamos haciendo.
    2. ¿Dónde y cómo están los brutos? esto no es un puzzle donde tiramos las piezas y vamos montando la imagen. Las piezas ya están elegidas, el script tiene anotaciones de qué tomas sirven y cuales no. Empezamos a editar con el material que sirve, y si vemos que algo falla, siempre podemos revisar los brutos de nuevo. Si le cambiamos el nombre a los archivos brutos, hay que hacerlo antes de importarlos al editor. Para ello es bueno nombrar los archivos, ubicarlos en carpetas y no dispersar el material por diferentes equipos, discos duros o pen-drives,